Bogotá D.C, 10 de abril de 2024
- El jueves 18 de abril a las 3:00 p.m. se inaugurará la exposición temporal Folios y cubiertas: el oficio de la encuadernación, en el Museo de la Independencia Casa del Florero (Carrera 7. No. 11-82).
- La muestra permite acercarse a la encuadernación como un saber histórico con diferentes elementos técnicos y estéticos y como un oficio de memoria viva del centro de Bogotá.
En el siglo III apareció el oficio de la encuadernación que cambiaría hasta nuestros días la forma de percibir los textos. Este comprendía tres procedimientos básicos: la composición de los pliegos, la unión de los folios con una costura y la realización de una cubierta; gesto que dio lugar a lo que conocemos actualmente como libro.
La exposición temporal busca resaltar la importancia de este oficio y la pervivencia que ha tenido en el transcurrir del tiempo. Para esto, se vale de tres apartados:
1. Crear el libro: En la historia, el libro ha sido valorado por su contenido, restándole importancia a su materialidad. Por su parte, al encuadernador, se lo ha ubicado en el mundo del trabajo mecánico que se aprende en talleres o en fábricas. No obstante, es preciso repensar esta postura, y reflexionar sobre cómo la encuadernación hace parte de la integridad simbólica y semántica del libro; y el encuadernador, de la memoria de su creación.
2. Embellecer la materia: Si hubo una época en que la encuadernación fue más reconocida, fue sin dudas, aquella que sobrevino a la invención y difusión de la imprenta. Entre los siglos XVII y XIX, surgieron los primeros manuales técnicos y estilísticos del oficio. La utilización de materiales como el oro en los papeles, de ornamentos palaciegos en los lomos, y de cuero animal en las cubiertas (de cabra, becerro y cordero), hicieron posible la creación de algunas encuadernaciones de lujo que, desde Europa, llegaron a América, y por supuesto, a la Nueva Granada.
3. Proteger la materia: En la segunda mitad del siglo XX, se empezaron a crear algunos talleres de encuadernación en el barrio La Candelaria, pues en este sector de la ciudad se articulaban fácilmente con dinámicas culturales, como bibliotecas y universidades, entre otras. Al pasar de los años, los avances en la tecnología han generado una decaída con respecto a la encuadernación artesanal, pero el oficio se resiste a desaparecer y su memoria se conserva gracias a muchas personas que lo han mantenido y también lo han diversificado.
“Para el Museo de la Independencia Casa del Florero, estas propuestas expositivas son una forma de darle vida a esta práctica, ya que es necesario conocerla para apreciar nuestra cultura escrita y material, así como las formas tradicionales de transmitir y preservar el conocimiento. Mantener la memoria viva de este tipo de saberes y dar valor a sus orígenes permite a las generaciones actuales relacionarlas con los avances tecnológicos del presente.
Los espacios de los museos contribuyen a que el público conozca diferentes prácticas culturales, en esta ocasión, a partir del conocimiento de los contextos sociales de producción de diferentes épocas de la encuadernación, los visitantes pueden establecer relaciones con el mundo de la edición, con la historia del arte o con el patrimonio bibliográfico”, menciona Elvira Pinzón Méndez, directora del Museo de la Independencia Casa del Florero y de la Casa Museo Quinta de Bolívar.
La exposición contará con algunos libros de la colección del museo y una muestra de encuadernaciones artesanales contemporáneas hechas en el taller La Negret, del barrio La Candelaria.
Folios y cubiertas: El oficio de la encuadernación estará abierta hasta el 2 de agosto de martes a domingo, 9:00 a.m. - 5:00 p.m.
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